sábado, 27 de octubre de 2012


TUNGSTENO


Trata esta obra universal del poeta Cesar Vallejo sobre los abusos que cometían los dueños de la empresa norteamericana “Mining Society” en contra de los obreros que laboraban en sus minas.
La acción se desarrolla en el lejano poblado de Colca centro de explotación de minerales que crecía generando en el apacible pueblo serrano una inusitada vida y febril movimiento y todos marchaban ¡A hacerse rico en la minas!
Mister Taik es el gerente de la “Mining Society” que en contubernio con el subprefecto, el alcalde, el comisario y demás explotaban sospechas a los modestos obreros con pagos miserable y largas jornadas que muchas veces terminaba tuberculizando o matando a los infelices trabajadores. Nadie decía nada.
Los hermanos Marino celebraron un contrato con la empresa explotadora de la mina y de la noche a la mañana los pequeños comerciantes se convirtieron en potentados y contribuían con los abusos a los obreros con los precios usureros en los bazares. La “Mining Society” en complicidad con las autoridades conseguía reclutar mano de obra barata con el pretexto del Servicio Militar Obligatorio.
Servando Huanca de oficio herrero era un luchador social que llegado de las montañas del norte, luchaba por los derechos de los pobladores de Colca, había tenido experiencia sindicalista y sus lecturas alentaban su espíritu rebelde y justiciero. La muerte del “joven enrolado” Braulio Conchucos, generó la ira del pueblo, la confusión el espanto y la refriega fueron instantáneas. Los Gendarmes dispararon a mansalva contra el pueblo desarmado, muchos inocentes murieron y empezó a generarse la rebeldía entre los pacíficos ciudadanos de Colca, la represión continuaba arbitrariamente y entre sus victimas las autoridades celebraban con banda de música en los salones municipales.
“Yo soy todo de los Yanquis” gritaba el alcalde completamente borracho “los gringos son los hombres” “bebamos una copa por los norteamericanos” exclamaba el cura entusiasmado.
Servando Huanca estaba decidido a enfrentase con los explotadores y buscaba ayuda entre los trabajadores mientras tanto los abusos continuaban, una madrugada, uno de los patrones arrojó un balde de agua helada a un trabajador que dormía sudoroso y agotado “el cuerpo del obrero dio un salto y se contrajo por el suelo en un temblor largo y convulsivo, como un pollo en agonía”.
El obrero falleció horas después en medio de la indiferencia de sus patrones. Servando Huanca seguía luchando por la causa de los peones “hay que vengarse de la injusticia de los ricos”.
Servando Huanca, Benites y el apuntador estaban decididos a organizar a los trabajadores y se reunían media noche a discutir, se avecinaba el levantamiento gremial. “El viento soplaba afuera, anunciando tempestad.



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